Comenzamos un nuevo apartado, esta vez traemos el último pecado la avaricia,
según la RAE significa:
"Un afán desmedido de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas"
Si analizamos nuestro alrededor podemos darnos cuenta que nuestro mundo es
mucho más avaro de lo que imaginamos. ¿Cuántas veces hemos pasado por al lado
de alguien que necesitaba de nuestra ayuda y hemos preferido pasar de esa
persona para quedarnos con lo nuestro? Vivimos en un mundo
donde solo queremos más y más y más para nosotros pero somos incapaces de
viajar a miles de kilómetros, donde hay gente que no tiene nada y es más feliz
que nosotros teniendo menos, porque ser avaricioso puede llegar a la locura.
Hay muchas situaciones que hacen que nuestra sociedad sea avariciosa, uno
de ellos es la prostitución. Muchas veces es por necesidad de la persona al no
encontrar trabajo y la única manera de financiar sus gastos es esa pero, ¿El
placer obtenido al forzar una persona es avaricia? ¿Vender el cuerpo de mujeres
y niñas para obtener dinero a su costa hace humanos a aquellos que lo realizan? Simplemente ignoramos que en el tercer mundo es la realidad día a día de
mucha gente pero, como no “nos afecta” no carece de tanta importancia.
Vivimos en un mundo avaricioso e hipócrita que da la cara en los buenos
momentos y te enseña la espalda cuando necesitas de su ayuda.
El hecho de que nuestra sociedad sea de esa manera es porque estamos gobernados
por gente de ese calibre. Los gobiernos y la gente de poder solo se mueven por
sus intereses y para incrementar su riqueza, como ha pasado antiguamente en las
colonias industriales, la división de países según el antojo de los otros, en la edad medieval y otras épocas, donde solo gobernaban
aquellos que eran ricos para poder seguir ampliando su “imperio”. Aunque parece
que la democracia haya llegado a nuestros siglos , vivimos engañados, nos hacen
creer que todo es justo pero no, todo gira en favor a los países ricos, los del
norte.
En cambio los países tercermundistas no tienen las ayudas que realmente
necesitan mientras que nuestros gobiernos se gastan el dinero en coches
oficiales.
Deberíamos de cambiar el mundo avaricioso por un mundo honesto, donde
pudiera haber justicia y ayudas para todo aquel que las necesitara, para que
gobernaran aquellos que de verdad quieren sacar un país adelante y no
enriquecerse a costa de sus trabajadores.
Debemos luchar por un mundo honesto por que el día de mañana puedes ser tú
el que estés en la calle pidiendo ayuda y alguien te gire la espalda. Porque la avaricia rompe el saco.
Crec que tens tota la raó, el teu punt de vista és interesant i no nomé perq comparti la teva opinió si no perquè es nota q parles des de la imparcialitat.
ResponderEliminarCreo que la avaricia es uno de los grandes problemas que desgraciadamente nuestra sociedad suele inculcar en las nuevas generacions y que deberiamos eliminar.
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